Una cuestión de peso

Cada persona, en cada momento de su vida, tiene entre pecho y espalda un determinado número de kilos materiales que constituyen lo que se denomina peso físico. De igual forma, cada persona, en cada momento de su vida, tiene también entre pecho y espalda un determinado número de kilos inmateriales no medibles por las típicas balanzas que conocemos. Esos kilos inmateriales se utilizan para alimentar el espíritu y se adquieren a distintos precios en el mercado que llamamos sociedad. Las reglas del mundo inmaterial son similares a las del mundo material: los kilos que no se queman se han de evacuar para no acabar explotando material o espiritualmente. En el caso del mercado material, el asunto está solucionado gracias a los retretes, aunque aquellos que comen poco o que queman algunos kilos haciendo deporte acaban utilizándolos menos. En el caso del mercado inmaterial, todo apunta a que la opción de más popularidad que ofrecen estos tiempos recae en el fútbol, que parece haberse convertido en el retrete espiritual por excelencia al que acude semanalmente gran parte de los españoles a descargar los kilos de expectativas y esperanzas que no saben, no pueden o no quieren quemar de otra manera. Un consejo para aquellos que están pensando lo mal que lo van a pasar ahora que el excusado ha cerrado sus puertas por unos meses: no hay que desesperarse; yo he conseguido aguantar los apretones durante 12 largos años. Pío, pío.- Manolo Sola.