Javier Marías piensa que hay una saturación de ficciones

"Cuando termino una novela no sé si va a haber otra. Es posible, porque es una actividad que me ha ido acompañando de manera pausada durante los últimos 30 años". Javier Marías llegó cansado (dijo que había dormido dos horas), pero la falta de sueño dio mayor brillantez al coloquio Opiniones contundentes, que se celebró ayer y en el que estuvo acompañado por Juan Cruz, M. Rodríguez Rivero y Miguel García-Posada.

Javier Marías reconoció sentirse en una encrucijada tras la publicación de Negra espalda del tiempo, su último trabajo. "Me quedé impregnado de ella durante un tiempo. Una novela es un estado de ánimo en el que uno se instala durante un tiempo". El autor de Un corazón tan blanco se definió como mejor lector que escritor, aunque cada vez le cueste más creerse las historias que se publican. "Hay una saturación de ficciones", apuntó el escritor, para el que es muy difícil encontrar historias que no estén contadas ya o sobre las que no haya una referencia en el cine o en la televisión.Marías llenó el salón de actos de la Casa de Vacas del Retiro madrileño. Cuando una lectora apasionada se dirigió a él asegurando que envidiaba su cultura, el escritor, pitillo en mano y con cierto sarcasmo, aseguró que había nacido en una casa llena de libros, demasiados para su gusto. "He crecido con cierto odio y poco respeto por los libros, un caso contrario al de otros escritores cuyo problema principal fue precisamente la falta de libros durante su infancia". El autor de Todas las almas se mostró admirado por la cantidad de libros que se publican porque, dijo, "incluso los peor escritos requieren muchas horas de trabajo".

Haciendo gala de gran sentido del humor, Marías defendió que en España no se respetan las opiniones y puso un ejemplo. Se refirió a una de sus columnas en el suplemento El Semanal, en la que, haciendo resumen de la temporada futbolística, opinaba que el Depor era aburrido y no merecía ganar la Liga. Dos días después de publicarse la revista, en la redacción se habían recibido más de 100 cartas de coruñeses furiosos.

Juan Cruz calificó a Marías como uno de los escritores más autorizados de la literatura española. "Todas sus novelas se han convertido en acontecimientos literarios", aseguró el director de comunicación del Grupo Santillana. Su compromiso con la raíz de la literatura y la sociedad que lo lee, afirmó Cruz, son dos de las características más importantes en la obra de Marías. Sus obras son recibidas como ensayos de aproximación de lo que nos pasa a todos.

García-Posada apuntó que la crítica respaldaba la aventura narrativa de Marías y citó como fundamentales tres de obras: Un corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí y Negra espalda del tiempo. Sobre la influencia anglosajona, de la que se ha tachado alguna de las novelas de este autor, el crítico sostuvo que la literatura vive de "influencias, contaminaciones y mezclas" y que lo único que la define es la lengua.

Rodríguez Rivero se presentó como lector y paciente amigo del autor, pero quiso ofrecer una opinión contundente: "Javier Marías, de 48 años, soltero, autor de 20 libros de diversa naturaleza y uno de los más importantes narradores de nuestro tiempo, aúna la calidad y la exigencia literaria".