El encauzamiento permite degradar más una zona de "escaso valor paisajístico"

"Resulta notoria la artificialidad del cauce: la escasez de vegetación, el encauzamiento del mismo, el escaso caudal de agua sucia, junto con la presencia de escombros y basuras son síntomas inequívocos de antropización, lo que confiere a la zona un escaso valor paisajístico". Esta frase, incluida en la memoria informativa del Ministerio de Fomento sobre el cierre norte de la V-30 y referida al barranco del Carraixet, da alas a la carretera de gran capacidad ya que deja claro que esta vía no impactaría mucho en un enclave muy degradado. Sin embargo, José Luis Miralles, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia y miembro de la plataforma creada en L'Horta Nord para oponerse al tercer cinturón de ronda, recuerda que una sentencia del Tribunal Supremo declara ilegal las obras de encauzamiento del Carraixet porque no fueron acompañadas en su día de un estudio de impacto ambiental. "Primero, el barranco no es de agua sucia", exclama Miralles, " y si lo fuera es porque se ha hecho una obra declarada ilegal". Por eso, advierte a Fomento de que no debería justificar la obra basándose en una degradación que precisamente ha sido causada por una obra irregular del propio Gobierno central. No obstante, Miralles recomienda darse un paseo por el barranco del Carraixet (la V-30 recorrera durante varios kilómetros su ribera norte) para ver que, lejos de reflejar una imagen tan negativa, está ahora cubierto de vegetación y da cobijo a multitud de especies de aves de gran valor científico. Un paisaje que cambiará radicalmente cuando a su vera crezca una carretera de alta capacidad de dos carriles por sentido (preparada para ampliarse a tres) con glorietas, pasos elevados y vías de servicio.