De "inofensivo" pederasta a peligroso criminal

A Edward Alexander Crowley, Alex, el vagabundo de 52 años que merodeaba por el barrio londinense del Soho, sólo le conocían, y poco, los vecinos de D.P.V., el niño español que le obsesionaba. Delgado, calvo y muy pálido, su figura se ha hecho tristemente familiar en el Reino Unido desde que el pasado domingo apuñalara al menor gritando: "¿Cómo te atreves a murmurar sobre mí? No lo harás más". La policía le tenía fichado como pederasta y, aunque había estado en la cárcel, le consideraba "inofensivo".Demacrado y vestido con un uniforme de color blanco, Crowley se mantuvo ayer imperturbable cuando se le acusó formalmente de asesinato y acoso sexual en el juzgado londinense de Highbury. A la vista de lo ocurrido, un detalle resultó casi sarcástico. Separado del resto del público por una mampara de cristal y custodiado por dos policías, el mismo hombre al que los agentes dejaron de vigilar por "inofensivo" recibió el tratamiento reservado a los criminales "muy peligrosos".