El héroe que salvó el honor nacional

La plantilla de Rover duerme desde ayer tranquila. Con la mayoría de los puestos de trabajo a salvo, los empleados de Longbridge, la panta de Birmingham, concentran su alegre mirada en una sola persona. En John Towers, la cabeza visible del consorcio Phoenix, que ayer rescató la emblemática casa automovilista británica de su desaparición. Para los 9.000 trabajadores de Longbridge, Towers es el nuevo héroe, el astuto ejecutivo que ha conseguido arrebatar a los alemanes la propiedad de la planta y la marca Rover. Experiencia no le falta. Entró en Rover en 1988, ascendió a la dirección y, en los cuatro últimos años de su mandato, se le reconoció como el ejecutivo que logró mejorar la actuación financiera del grupo. En 1996 abandonó las riendas del negocio para encargarse del grupo de ingeniería Concentric.

Este conocimiento del negocio de Rover aupó a Towers hasta la cúspide del equipo negociador de Phoenix. El consorcio se montó hace apenas dos meses en torno a la figura del millonario y concejal de Birmingham John Hemming. El antiguo gerente de Rover pronto se sumó a la aventura.

"Es un día emocionante. Partimos desde una posición que se miró con escepticismo y se juzgó poco prometedera. Pero el resultado es muy positivo", señaló ayer Towers en su primera visita a Longbridge tras la operación.

Phoenix tuvo que salvar serios obstáculos. BMW se negó en principio a considerar su propuesta. Negoció, en cambio, con la firma de capital de riesgo Alchemy, sin experiencia en el negocio, cuyo plan se orientaba a la reconversión de Rover en una firma de coches deportivos bajo la marca MG. La ruptura de las negociaciones, el 25 de abril, y la intervención del Ejecutivo británico llevó a BMW a atender la propuesta de Phoenix y a tirar la toalla en favor de Towers.

Towers representa dos vertientes contrapuestas. Aporta la experiencia en el sector que faltaba en Alchemy. Pero su paso previo por Rover hace recordar una etapa de continuos fracasos. El director de Phoenix participó en el proyecto de colaboración entre Rover y Honda y vivió el traspaso de la marca inglesa a BMW. En declaraciones de 1996, tras su salida de Longbridge, Towers indicó que la colaboración tripartita entre ambos grupos y la compañía Rover hubiera sido el escenario ideal.