Unió y Convergència pactarán este verano la sucesión de Jordi Pujol

El mismo día en que se cumplían 20 años de la toma de posesión de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat, en su partido, Convergència Democràtica (CDC), comenzó a hablarse de sucesión. Pere Esteve, secretario general de Convergència, expresó su voluntad de pactar en el verano, con sus socios democristianos de Unió Democràtica (UDC), las reglas de juego para un asunto hasta ahora tabú: cómo elegir al sucesor del líder.

Pujol no estuvo ayer presente en la corta reunión que mantuvieron el secretariado permanente y la ejecutiva del partido. No había grandes temas que decidir, pero sí anuncios de futuro. Y el encargado de exponerlos fue Pere Esteve. El secretario general de CDC explicó ayer que su partido quiere cerrar como máximo en los meses de julio y agosto la fórmula que en el futuro adoptará la coalición -federación de partidos con un consejo nacional conjunto, probablemente-, lo que marcará la pauta sobre la elección del sucesor de Pujol.¿Qué supone esta nueva fórmula? En primer lugar suprimir las cuotas y los puestos preestablecidos en las listas de la coalición, en las que UDC dispone de un 25%. Quedan incógnitas por despejar, como la mecánica de elección de ese candidato. A este respecto, el secretario general de CDC se refirió a un vago sistema de "adecuación y optimización", resumible en la máxima "que gane el mejor". La nueva propuesta abre la puerta a que alguien de Unió, por ejemplo el líder del partido, Josep Antoni Duran Lleida, pueda encabezar la candidatura conjunta en las autonómicas del año 2003.

A la vista de lo que se avecina, Convergència potenciará a su candidato, el consejero de Economía, Artur Mas. El delfín convergente de Pujol presidirá, de momento, una de las cuatro grandes comisiones que redactarán las ponencias del congreso o incluso -afirman algunas fuentes- se creará para él un cargo como el de vicepresidente del partido o secretario general adjunto. En cualquier caso, Mas no competirá por la secretaría general, cargo en el que repetirá Esteve. El consejero de Economía así se lo ha hecho saber a Esteve.

Convergència debe preparar sus baterías para estar presta al combate sucesorio si logra llegar a un acuerdo con Unió y se pone en marcha el mecanismo sucesorio. En los sectores más moderados de CDC se ve con buenos ojos el discurso catalanista de Duran y, por tanto, la composición de ese futuro consejo nacional conjunto será objeto de observación al microscopio.

El pistoletazo de salida ha sido dado de forma oficiosa: no sobre quién sucederá a Pujol sino sobre los mecanismos por los que deberá elegirse.

En cualquier caso, tanto en CDC como en UDC están de acuerdo en avanzar hacia el pacto. Y para que pueda ser aprobado en los respectivos congresos de las dos formaciones, deberá ser negociado durante el verano. Convergència celebrará su congreso los días 10, 11 y 12 de noviembre en Cornellà (Baix Llobregat). Unió, por su parte, lo hará en diciembre, seguramente el fin de semana posterior a la celebración del día de la Constitución.

Rezar el miserere

"El congreso de CDC no fijará quien será el candidato, pero sí consolidará liderazgos", aseguró Pere Esteve. El contenido del congreso de CDC estará propuesto en cuatro ponencias, explicó el secretario de organización Lluís Corominas. Una será ideológica; otra sectorial -referente a los servicios al ciudadano-; una tercera de acción política, sobre la estrategia de la coalición; y una cuarta organizativa, en la que se inscribirá el eventual acuerdo con Unió Democràtica.

Convergència abre estas comisiones a la intervención de independientes. Esteve se mostró optimista sobre el alcance de este próximo congreso que espera que tenga proyección de futuro. "Contribuirá a mejorar las relaciones en la coalición por la que muchos ya rezaban el miserere y que, en cambio, goza de buena salud", agregó el secretario general convergente.