Olano arrasa en la Tirreno-Adriático

Abraham Olano, adepto repentino al pragmatismo, arrasó ayer en la contrarreloj de la Tirreno-Adriático. 26,5 kilómetros llanos en Ascoli Piceno. Más de 50 por hora de media. Sólo se resistió al avance del líder del ONCE en su segunda contrarreloj victoriosa del año (ya ganó en febrero la de la Vuelta a Valencia) un espléndido equipo Vitalicio: su checo Hruska, a 9s, Domínguez, a 28s, y su colombiano Peña, a 30s. Jalabert, anterior líder, perdió 54s, y Óscar Freire, el extraordinario cántabro, sólo cedió 1.42m en un ejercicio que no considera su especialidad. Olano es el favorito para ganar la carrera, cuya etapa más complicada es la de mañana, con llegada a Torricella Sicura, un día de montaña. Allí, hace un año, ganó Igor González de Galdeano, del Vitalicio, el único equipo que parece en posición de atacar al guipuzcoano. "No tanto", dice Mínguez. "Olano, cuando va de líder es muy difícil que pierda tiempo. Hruska, mi checo, anda regular en montaña, y Peña no tiene nada que hacer en la general, así que sólo cuento con Domínguez".Jan Ullrich pesa siete kilos de más, confiesa su director, Rudy Pevenage, así que viéndole reventar su maillot los corredores le llaman Míster Michelín. "Coincidí con él en el pelotón y le dije hola", dice Jalabert. "Él intentó responderme pero no pudo, se quedó sin resuello". El alemán, campeón del mundo contrarreloj, perdió ayer 2.07m con Olano. Ocurrió eso el mismo día que otro gran corredor que también piensa en el Tour, Alex Zülle, ganaba la Vuelta al Algarve, donde la víspera se había impuesto en la contrarreloj.

Mientras,Andreas Klöden, el alemán que enamora a quien lo ve correr, certificó su victoria en la París-Niza (el belga Steels ganó su segundo sprint del año en la última etapa) y Mancebo gozó de su tercera plaza final.