Rescatar la paz
Rescatar el proceso de paz en el Ulster va a exigir grandes dosis de coraje y flexibilidad. Si dura, la suspensión por Londres de las instituciones autónomas norirlandesas puede gangrenarse. Ahora, el papel de catalizador vuelve al padrino estadounidense, con los principales actores acudiendo a Washington en busca de una salida. Sin duda, Clinton se juega mucho prestigio en la operación.Aunque siempre se ha sabido que la construcción de la paz sufriría altibajos, los últimos acontecimientos han sido un cúmulo de errores: de Londres, que, ignorando las últimas concesiones del IRA en materia de desarme, se ha dejado llevar por los protestantes a una situación en la que ha tenido que suspender las instituciones para salvar a su interlocutor protestante en Belfast, David Trimble, de sus propios seguidores, cada vez más contrarios al acuerdo de paz de 1998. Y error del propio IRA, que, probablemente para contentar a sus filas, ha roto sus contactos con la comisión independiente de desarme que preside el general canadiense John de Chastelain, quien apreció en las últimas propuestas de la organización terrorista "progresos considerables".
Washington, Dublín y Londres no deben ceder a la pretensión de los protestantes de reabrir y revisar el acuerdo de 1998. Aceptarla equivaldría a reconocerles ese derecho de veto que en parte han vuelto a conseguir con la suspensión de la autonomía. El desarme no era el centro de la paz, pero se ha convertido en el elemento central para salvarla. Hay un riesgo de que, por querer forzar el desarme, se interrumpa la tregua en vigor desde 1997, cuyo mantenimiento permite al menos albergar ciertas esperanzas.
El acuerdo de 1998 contemplaba acabar el desarme para el próximo 22 de mayo. El juego limpio exige dejar que la comisión de Chastelain haga honor a su nombre y actúe de forma independiente. Al impaciente nuevo ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, se le ha escapado la situación de las manos. Blair ha apuntado una posible manera de desatascar la situación pidiendo "precisiones" al IRA. Es decir, un calendario para el desarme que pudiera satisfacer a los protestantes. Pero tendrá que hacer algo más para que todos muevan ficha. Conseguir que no se eche a pique lo logrado con gran esfuerzo en los últimos años bien lo merece.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La crisis humanitaria que la paz total no pudo parar: los ataques y desplazamientos vuelven al Catatumbo
Trump justifica su ataque a Nigeria por la masacre de cristianos, pero las víctimas del yihadismo son de todas las confesiones
Los tasadores hipotecarios se declaran en huelga contra la precariedad de la profesión
El Gobierno actualiza los coeficientes de plusvalía y penaliza las compraventas especulativas de vivienda
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos




























































