El Alavés acecha el podio

El partido de Mendizorroza sirvió para confirmar lo que ya se sabía. Ratificó que el Alavés es la revelación de esta temporada y que, incluso en partidos alocados, sabe salir indemne. Atestiguó también el sufrimiento del Oviedo, que ha caído en una dinámica victimista y ya ha entrado en puestos de descenso. Pero el juego en sí no resultó tan dispar como la clasificación de los implicados. Vivir en los pisos de arriba o en los de abajo depende muchas veces de detalles, de simplicidades como que Boris ponga la pierna por delante cuando Desio empalma un derechazo y que el balón describa una parábola por encima de la cabeza de Esteban sin que éste pueda más que seguirlo con la mirada. Así de tontamente perdió el Oviedo. Claro que, con una hora por delante, el equipo de Luis Aragonés no supo rehacerse ante el Alavés, que ya iguala al Zaragoza en el ranking de los menos goleados.El gol de Desio marcó la diferencia porque nadie más supo hacer algo extraordinario que mereciera la pena. El Alavés permitió que el partido se desbocara, aunque para nada le interesaba una sucesión de correrías. Se maneja mejor en los partidos bien amarrados, y qué decir tiene si manda en el marcador. El Oviedo asumió riesgos. Nada se le puede reprochar en sus intenciones, pero sí en otras cuestiones. Fió en Dely Valdés todo su poder ofensivo, pero el panameño se atascó. Ganaba bien la espalda a los dos centrales albiazules y en el último golpeo se atragantaba.

El Alavés tuvo ocasiones para enfilar el tramo final del partido con holgura. Mejoró en la segunda parte, sin Kodro en el campo. Javi Moreno se hartó de correr con sólo Esteban por delante, pero también él fracasó. El Alavés se abonó a un resultado mínimo, aunque esto tampoco le traumatiza. Tiene tantos puntos como el tercer clasificado y con un coeficiente de goles positivo por sólo dos tantos.