Convenios con Colombia

España mantiene una política de suscripción de convenios bilaterales de Seguridad Social que garantizan la protección de sus trabajadores cuando residen en el extranjero. Mediante ellos, los españoles son atendidos por los servicios médicos en el país extranjero, ofreciendo el mismo tratamiento en España a los trabajadores del otro país, y se acuerda que los tiempos de servicio en cada país sean sumados a efectos de las prestaciones sociales contributivas.En lo que respecta a Latinoamérica, España ha suscrito acuerdos de esta naturaleza desde los años setenta con casi todos los países, pero no lo tiene con Colombia.

Desde hace 15 años, España ha intentado interesar al Ministerio de Trabajo, pero fue durante la visita oficial del presidente Aznar a Bogotá, recién posesionado el presidente Pastrana, cuando un empresario español planteó la necesidad de acelerar la negociación de un convenio bilateral para dar protección a sus trabajadores, cuando los dos presidentes prometieron en público, en el Club del Nogal, en Bogotá, acordar un convenio en la materia en el término de un mes..

En casi un año se han celebrado varias reuniones oficiales a alto nivel sin resultado positivo y siempre Colombia manifiesta no tener capacidad financiera para atenderlo. No se comprende esta actitud, pues Colombia, en caso de liquidación de una pensión, tendría que aportar la parte proporcional del tiempo servido por el trabajador en Colombia y durante esa época el interesado habrá cotizado a cualquiera de las entidades de previsión social y, por tanto, tiene un derecho adquirido de compensación pensional.

Colombia se caracteriza por grandes movimientos emigratorios, que aportan una parte sustancial del ingreso nacional a través de las remesas de sus trabajadores. Y, sin embargo, es un sector tradicionalmente desprotegido y abandonado por los sucesivos gobiernos.

España ha sido muy generosa ante Colombia al insistir en la suscripción de uno de estos convenios, e incluso ha propuesto ciertas concesiones para compensar las diferencias de régimen de pensiones de ambos países, pero también resulta muy fuerte tener que presionar a un Gobierno para que haga algo que beneficia sustancialmente a sus ciudadanos.- .