"La arquitectura de Madrid es una muestra del poder económico"

José Luis Aguirre es un artista cuyas andanzas lo han llevado desde la música (formó parte del grupo Bajas Pasiones en los años de fervor de la movida madrileña) hasta la publicidad y, por fin, a dos grandes amores: la pintura y el grabado.Pero este madrileño de 44 años, además de llenarse los pantalones de pintura en su taller, es uno de los artífices de Flecha, una feria de arte que se propone llevar a la gente "normal" las obras de artistas contemporáneos poco conocidos, cobijados por otros de renombre como Ouka Lele o El Hortelano. Flecha, por noveno año, ha tomado los pasillos del Centro Comercial Arturo Soria, donde acoge, hasta el 20 de febrero, a 55 artistas, entre los que se encuentran el propio Aguirre.

Pregunta. ¿Hay elementos unitarios en esta muestra?

Respuesta. Desde el punto de vista artístico, no. Intentamos que haya de todo. Pero a lo mejor el elemento común sea la génesis de toda esta historia, que hace hincapié en lo espiritual más que en lo comercial.

P. ¿Cómo fue su encuentro con la pintura?

R. Empecé a dibujar desde 1988, y luego, a pintar de vez en cuando; en esa época todavía hacía publicidad. Pero esto no me llegaba, entonces pensé que en vez de vender un producto sería mejor trabajar en un banco.

P. Se observa en sus grabados un Madrid de otros tiempos. ¿Le parece que ha cambiado mucho?

R. Tengo nostalgia de algunos lugares, por ejemplo, de cómo era el paseo de la Castellana. Ahora la arquitectura se ha convertido en el escapate del poder económico.

P. ¿Pese a esto, piensa que Madrid sigue siendo una fuente de inspiración para su arte?

R. Todavía queda arquitectura bonita en la ciudad. Pero los coches son un estorbo para la vista y el olfato, y por consiguiente, para el sentido artístico.

P. ¿De dónde le viene el nombre artístico de Jaelius?

R. Viene del primer disco que grabé. Alguien se equivocó y empezaron a llamarme Jaelius, y como me cayó del cielo, ya no lo juzgo.