Un clásico palpitante
Luis García Montero, gran poeta de la experiencia y del sentimiento, ha hecho una delicada versión del clásico de Fernando de Rojas, tragicomedia de Calisto y Melibea donde el amor no es constante más allá de la muerte porque es de origen marginal y, sobre todo, porque se ve sometido a los dictados del poder ajeno y omnipresente. El poeta ha rescatado un texto, lo ha limpiado, ha hecho una versión ajustada, con el menor número de adherencias posibles, en nombre de la fidelidad a una obra muy transitada y baqueteada que, entre otras muchas cosas, bien podría pasar por un drama del amor romántico previo a los sofocos de destino del Romanticismo, siquiera sea en la acepción del spleen por Baudelaire. El resultado es más o menos el mismo, pero se insiste -y el espectador lo agradece- en el carácter emancipador de un texto fundacional y extraño en su creación del género que inaugura, y al que sería adscrito.El notable esfuerzo del poeta se ve recompensado a medias en un montaje que lo fía casi todo al papel protagonista de Nati Mistral -cuando, líneas de diálogo aparte, la obra pertenece a los pobres enamorados jóvenes, y a su adversidad indeseada-, quizás por unas razones de mercado ajenas en cierto modo a los propósitos que se mencionan como reivindicativos para el montaje de esta obra. La gran actriz, acompañada de un elenco de jóvenes intérpretes, con algunos cambios respecto de su presentación en Sagunt a Escena el verano pasado, hace una composición del personaje más ajustada en caracterización y gesto que en dicción, y el resto hace cuanto pueden por sacar adelante unas intervenciones -textuales, escénicas- que a veces los desbordan. En resumen, una aportación más a la debatida cuestión del montaje de los clásicos.
La Celestina
De Fernando de Rojas, en versión de Luis García Montero. Intérpretes, Nati Mistral, Israel Elejalde, Mar Bordallo, Alberto Alonso, Jaime Linares, Lola Peno... Iluminación, Carlos Moreno, Joaquín Vida. Vestuario, Victorio y Lucchino. Escenografía y dirección, Joaquín Vida. Teatro Olympia. Valencia, 1 de febrero.
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