Aumenta el escándalo de las ayudas italianas a los kosovares

El escándalo destapado en Italia sobre el funcionamiento irregular de la Misión Arcoiris, que se ha saldado hasta ahora con siete detenciones, se amplió ayer con nuevas acusaciones que ponen en entredicho la conducta del personal italiano de Protección Civil en el campamento Kukes 1. Situado en la ciudad del mismo nombre, a un paso de la frontera entre Albania y Macedonia, Kukes 1 era el principal campo de acogida de refugiados albanokosovares y, según las autoridades albanesas, sufrió un saqueo similar al denunciado hace meses en el campo de Valona. Tiendas, equipos y alimentos desaparecieron en el plazo de horas apenas los funcionarios de Protección Civil y la policía italiana abandonaron las instalaciones, sin dejar ningún inventario, ni acta oficial alguna en mano de las autoridades albanesas. La denuncia procede de Vladímir Shehu, mano derecha del entonces vicepresidente albanés, Ilir Meta, en la gestión de la emergencia causada por la llegada masiva de refugiados albanokosovares a Albania.

Las palabras de Shehu -fami-lia de Mehmet Shehu, ex lugarteniente del que fuera dictador comunista albanés Enver Hoxha, purgado por el régimen en los años setenta- han sido confirmadas por el responsable de policía de Kukes, Qemal Elezi.

Al mismo tiempo, el Tribunal de Cuentas italiano ha anunciado la apertura de una investigación completa sobre el destino de los fondos manejados por la Misión Arcoiris; tanto el dinero público, que ascendía a unos 8.500 millones de pesetas, como lo recaudado entre los ciudadanos de a pie, que superó los 11.000 millones de pesetas. Los magistrados exigirán ahora hasta el último documento que demuestre los gastos efectuados.