"Madrid es el kilómetro cero de la práctica fotográfica"

Para Publio López Mondéjar, la historia se escribe a fuerza de tiras de negativos y copias sobre papel fotográfico, con los pequeños momentos y los acontecimientos de gran estruendo que el instinto y el genio de los hombres de la cámara oscura han sabido inmortalizar. Aficionado a la fotografía y fotohistoriador por definición, lleva dos décadas indagando en los archivos públicos y en las colecciones privadas de familias españolas dispersas por la Península. Hasta el 9 de enero próximo, los resultados de sus búsquedas se pueden observar de cerca en la exposición 150 años de fotografía en España, recientemente inaugurada en el Círculo de Bellas Artes, de la que él es comisario.Pregunta. ¿Cómo seleccionó sólo 120 imágenes para resumir un siglo y medio de historia?

Respuesta. Yo reivindico la subjetividad y la arbitrariedad, y me incliné por los mejores autores según mi criterio: aquellos que hicieron una fotografía humilde y retrataron la realidad sin pretensiones, desde Charles Clifford y Jean Laurent, los autores que nos muestran la España isabelina, hasta Alberto García Alix o Cristina García Rodero, en el final del siglo XX. No he prestado atención a la fotografía de ficción.

P. ¿Considera que esta selección resulta finalmente un testimonio acabado?

R. Sí, porque no se trata de una historia de la fotografía vuelta hacia sí misma, sino abierta hacia la sociedad, con sus reyes y sus personajes anónimos, con grandes hechos y menudencias cotidianas.

P. ¿Cómo se inscribe Madrid en la historia fotográfica?

R. La historia de la fotografía en Madrid es la historia de la fotografía en España. Aquí ocurría todo: estaban las Cortes, venían los banqueros, los artistas, los políticos, los toreros... Es el kilómetro cero de la nación y también el de la práctica fotográfica.

P. ¿Los grandes nombres en esta disciplina también son madrileños?

R. Madrid ha sido siempre una muy ciudad abierta, en la que nadie es forastero. Y fotógrafos como el francés Laurent y el inglés Clifford, que arribaron en 1851 y permanecieron aquí hasta su muerte, eran tan madrileños como cualquier nacido aquí. También lo fueron los grandes retratistas Franzen, Alfonso o Káulak.

P. ¿Este espíritu abierto se refleja en la obra?

R. Yo no creo que eso haya marcado el carácter de los fotógrafos de Madrid ni haya impuesto un estilo único para todos ellos. Incluso creo que la fotografía de España no alcanzó un sello diferenciador hasta después de la guerra civil.

P. ¿Qué ocurre hoy?

R. Madrid está sucediendo a Barcelona en su rol de centro creativo. En Barcelona se agitó la vanguardia en los ochenta, pero hoy son las exposiciones de fotografía de la capital las que funcionan como referente.

P. ¿Cuál es la imagen fotografiable que mejor habla de Madrid?

R. Lo que más me importa es el retrato de su gente.