A la caza del lobo vasco

Una batida autorizada por la Diputación de Álava el pasado mes de noviembre, en las proximidades de la localidad de Luna, ha llevado a un colectivo ecologista alavés a insinuar la posible existencia de asentamientos estables de lobos en la provincia. Ekologistak Martxan creen que los dos lobeznos abatidos podrían ser crías nacidas en el País Vasco, una circunstancia que obligaría a cambiar la normativa que considera a esta especie como cinegética y que emplazaría a las instituciones a declararla como amenazada."Hasta ahora el lobo ha estado de paso por Álava, en su camino hacia los Pirineos", indica Andrés Illana, responsable del colectivo ecologista. "Pero ahora hay indicios para pensar que existen elementos asentados de manera continuada aquí". La crítica contra la Diputación alavesa se centra en el hecho de que la actuación de los cazadores se realizó con nieve, extremo que, a su entender, ilegalizaría la acción autorizada "irregularmente" por la institución.

En el último mes se han producido cinco batidas en las distintas zonas de la provincia en las que la presencia de los lobos amenaza a la ganadería, especialmente a la oveja latxa, especie autóctona local. A lo largo del año, según Illana, las actuaciones de este tipo han sido cerca de 60, con el resultado de cuatro depredadores abatidos.

Ekologistak Martxan ha mantenido contactos con responsables de la Diputación alavesa que, por el momento, no han ofrecido resultados tangibles. El grupo plantea que bajo las nuevas premisas se debe celebrar un foro de diálogo entre instituciones, ganaderos y ecologistas para buscar una solución al problema. "Tanto las diputaciones afectadas como el Gobierno vasco deben arbitrar unas medidas compensatorias para los ganaderos afectados por los ataques", indica Illana.

Las críticas contra el diputado de Agricultura alavés, Gabriel Chinchetru, aluden asimismo a un proyecto de la administración foral para vallar las zonas afectadas. "Es inviable que se intente limitar la entrada de lobos, especialmente porque creemos que ya hay algunos asentados en la provincia", reitera.

Miembros del sindicato alavés de agricultores y ganaderos (UAGA) consideran que la presencia de los depredadores en sierras como las de Salvada, Gibijo o Arkamo y en valles como Valdegovía es "constante" entre los meses de verano e invierno. "Ha cambiado la vida de los pastores que en muchos casos tienen que permanecer en la montaña junto al rebaño para vigilarlo", señala Eduardo Aginako, responsable de UAGA.

Los ganaderos alaveses, los más perjudicados del País Vasco por los ataques, entienden que todas las batidas realizadas hasta el momento han cumplido los requisitos legales y los permisos de la Diputación foral. "Uno de los problemas es que no existe un control de la población de lobos por parte de las autoridades de Castilla y León, lugar de procedencia", concluye Aginako.