Los protestantes acusan a España de confesionalidad encubierta

"Es más lo que nos une que lo que nos separa", dijo ayer el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Asenjo, ante una veintena de teólogos de varias religiones, juristas, sociólogos y expertos en comunicación de masas, reunidos en Toledo en un encuentro interreligioso. Todos coincidieron en señalar la tolerancia como un valor cuyo respeto "es una exigencia en la que debemos esforzarnos", según el director general de Asuntos Religiosos, Alberto de la Hera, organizador del encuentro, a cuya inauguración acudió la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante. Pero no todo fueron parabienes. Mariano Blázquez, secretario general de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), rompió el aparente consenso al poner sobre la mesa su enérgica preocupación por "el vaciamiento del contenido real de la libertad religiosa y por la confesionalidad encubierta del Estado".El portavoz de los protestantes cree que los acuerdos entre el Estado español y el Vaticano "están fuera y por encima de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa", lo que "permite a la Iglesia católica no cumplir algunas de sus obligaciones". Blázquez sostiene que esos acuerdos necesitan "una revisión con arreglo al texto constitucional".