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"Bilbao"

José Manuel Alonso

06 nov 1999 - 00:00CET

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JOSÉ MANUEL ALONSO

Bilbao es un periódico gratuito de edición municipal que cumple este mes sus 12 años de vida, lo que celebró el pasado miércoles. Felicitamos a cuantos mensualmente lo hacen posible, principalmente a Ángel Ortiz Alfau y Elena Puccini, artífices del éxito de esta publicación desde su nacimiento. Gracias a ellos y a quienes desde el propio Ayuntamiento han apostado por mantener la publicación, este periódico (con un acertado diseño que lo hace fácil e interesante de leer e incluso de conservar) no se ha convertido en un órgano de propaganda de la institución que lo edita, sino en una recopilación de muy buenas colaboraciones relacionadas principalmente con la cultura (en su sentido más amplio) que se genera en Bilbao, e incluso la que se ha ido olvidando con el tiempo y que se reactualiza.

En sus 64 paginas (en las que está incluido su suplemento habitual: Pérgola) destaca la calidad de sus artículos, comentarios o trabajos de investigación o la oportunidad de sus entrevistas e informaciones, sin perder nunca su sentido divulgador de lo que Bilbao es o puede llegar a ser para los bilbaínos, para los vizcaínos y para toda la comunidad vasca. Este periódico es, además, una de las mejores fuentes de información para los que residen fuera (probablemente muy lejos en tiempo y/o espacio) y necesitan un puente de conexión informativa/literaria (al menos mensual) con la ciudad en que nacieron o vivieron y siguen añorando.

En el último número (132), el alcalde, Iñaki Azkuna, expresa, en escuetas, pero atinadas palabras, el futuro de esta publicación: "Debe seguir en esa línea con las mejoras necesarias (...), y debe seguir siendo plural, como la misma sociedad a la que sirve. Eso es lo hermoso de la democracia, y nuestro deber es fortalecerla con tolerancia, respeto y perseverancia". Ésa es la clave del éxito de esta publicación atípica (hay otras en el país, de otras características, algunas también bien hechas, como la del Ayuntamiento de Vitoria) con la que la mayoría de los bilbainos se sienten vinculados e incluso copartícipes.

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