Ruiz-Gallardón defiende la presunción de inocencia de su consejero de Sanidad

El diputado socialista Eduardo Tamayo reclamó ayer al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, la destitución del consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, por aparecer como imputado en la querella que la Fiscalía ha presentado en el Tribunal Superior por la privatización de la funeraria municipal. Ruiz-Gallardón rechazó despedir a Echániz y, de paso, regaló al parlamentario socialista una diatriba sobre ciencia jurídica. Le dijo el presidente regional a Tamayo que desconocía el significado del principio jurídico de la "presunción de inocencia"; un principio que, según Ruiz-Gallardón, a él mismo le había costado más de una crítica cuando lo exigió para un miembro del anterior Gobierno socialista, en referencia al ex ministro José Barrionuevo, acusado y condenado por el secuesto de Segundo Marey. Ruiz-Gallardón recordó ayer que dos miembros de su anterior Ejecutivo, la ex consejera de Sanidad, Rosa Posada, y la ex viceconsejera de Medio Ambiente, Silvia Enseñat, fueron acusadas de supuestos delitos contra la salud pública y el medio ambiente. "La justicia las declaró finalmente inocentes", sentenció Ruiz-Gallardón.

Tamayo se había quejado momentos antes de que fuera el presidente regional, y no Echániz, quien había tomado la palabra para responder sobre el asunto de la privatización de la funeraria. El socialista criticó el "elocuente silencio" del consejero y exigió al presidente una "resolución que dignifique y devuelva el equilibrio" al Gobierno.

Ruiz-Gallardón le replicó entonces que había tres tipos de políticos: los que no creen en la presunción de inocencia y politizan la justicia; los que creen en la presunción de inocencia -entre los que se incluyó- y los que la defienden sólo para sus "correligionarios, aunque se la niegan al partido contrario". Entre éstos situó a Tamayo, que ya no tuvo turno para otra réplica.