La moda del profesional foráneo

El gran cambio que está experimentando Bilbao a lo largo de la década también ha creado una condición para acometer los grandes proyectos: ser un arquitecto de prestigio, preferentemente extranjero.Cuando el norteamericano Frank O. Gehry diseñó el Guggenheim, nada hacía indicar que abriese el camino para la obligada contratación de profesionales de otros lugares. A él le siguió el argentino César Pelli, autor de todo el diseño de Abandoibarra (30 hectáreas de terreno). Pero si en estos grandes proyectos no era descabellado recurrir a profesionales de primera línea, esta condición se ha ido extendiendo a otras obras de menor enjundia, como el centro comercial de Abandoibarra, el hotel de lujo de esta zona y, ahora, también a la construcción de viviendas.

Robert Stern trabaja en el controvertido centro lúdico-comercial de Abandoibarra y un cuarteto de profesionales, entre los que se que encuentran también Pelli y Stern, son las opciones que barajan los promotores del hotel de lujo en esta misma zona.

La sociedad Bilbao Ría 2000 decidió a principios de año que las primeras viviendas que se construirán en Abandoibarra sean encargadas obligatoriamente a un arquitecto entre una lista de 40 nombres, que incluía a Gehry, Norman Foster o a profesionales españoles como Ricardo Bofill, Santiago Calatrava y Rafael Moneo. El objetivo es "mantener el carácter emblemático del área de Abandoibarra y estar a la altura, desde el punto de vista arquitectónico, del Museo Guggenheim y el Palacio de Congresos", señalaron entonces en Bilbao Ría 2000.

Toda esta moda ha recibido la férrea oposición del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro, que contó con el apoyo de algunos sectores de la sociedad bilbaína. La búsqueda de firmas para el nuevo Bilbao parece, sin embargo, imparable.