Hollywood

"Los políticos están vendidos a Hollywood. No respetan la cultura. Y el cine, menos", ha dicho Bertrand Tavernier, presidente del jurado en el reciente Festival de Cine de San Sebastián (EL PAÍS, 20 de septiembre). Y añade: "Los políticos quieren una sola lengua, una sola imagen y una sola cultura: la americana". La estadounidense, habría que decir con mayor precisión.Y yo me pregunto: ¿son solamente los políticos? Desgraciadamente, y concretándonos a España, la venta es general y tiene rasgos de prostitución o pandemia globalizada. ¿O es que no están vendidas, y compradas, a Hollywood las programaciones televisivas de los canales de pago o no pago, incluso las noches de divulgación cinéfila? Y, por supuesto, la mayoría de la presunta información de las revistas cinematográficas, en realidad envoltorio publicitario de todas las "hollymemeces" (Á. Fernández-Santos dixit). ¿Cuándo la compañía aérea, más o menos de bandera, lberia, o las del AVE o el Talgo, o los cientos de autobuses que cruzan España programarán en sus trayectos películas que no sean estadounidenses?

¿Cuándo alguna televisión, pública o privada, pondrá a alguna hora razonable algún filme de autores fuera del carril de la cretinización-globalización colectiva? A guisa de ejemplo y en orden alfabético: Angelopoulos, Bene, Cavalcanti, Delvaux, Eisenstein, Feyder, Godard, Herzog, Ichikawa, Jannings, Kusturica, Lattuada, Marker, Ophüls, Pudovkin, Reisz, Solás, Tarkovski. Y refiriéndonos a españoles, que también los hay fuera del carril: ¿cuándo las televisiones españolas, públicas o privadas, van a descubrir a sus mansos espectadores la obra genial de Val del Omar y su Tríptico elemental de España? Lo descubrió en el Centenario del Cine la RAI italiana y hace unos meses una televisión de Barcelona. Pero en Madrid y sus alrededodores siguen sin enterarse. Total: que si los políticos están vendidos a Hollywood, la sociedad está, casi mayoritariamente, comprada por Hollywood, que cede algunas miga-

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jas al cine autóctono, sobre todo si imita al Padre Padrone.- . .