El amor y el cine protagonizan la primera novela de Antón Castro

A Antón Castro (Arteixo, A Coruña, 1959) le agrada que comparen su primera novela, El álbum del solitario (Destino), con Un tranvía a la Malvarrosa (Alfaguara). Su novela, como la de Manuel Vicent, también recrea la adolescencia, entendida ésta como ese periodo en el que eres vulnerable y feroz. "Es esa época en la que uno busca que alguien le entienda y casi nunca encuentra interlocutor", aseguró ayer el escritor en la presentación del libro. El álbum del solitario es también, según su autor, el relato de un aprendiz de poeta que sueña con el amor y con el cine. Futbolistas como Gárate, cantantes como Mari Trini y actrices como Ava Gardner o Eve-Marie Saint son algunos de los personajes reales que pueblan la novela de Castro y que actúan como referentes míticos del protagonista. "Cada uno tiene sus mitos", se defendió el escritor, quien lamentó no haber conocido en esos años a los Beatles o a Patti Smith para utilizarlos como símbolo. Como muchas de las novelas en las que se evoca la adolescencia, la figura del padre aparece como un símbolo que provoca lo mismo veneración que desconcierto.El cine y el fútbol son los dos pivotes sobre los que se asienta la novela, según apuntó el cineasta José Luis García Sánchez, que presentó la obra con Juan Manuel de Prada. El director de la adaptación cinematográfica de Tranvía a la Malvarrosa apuntó que no se trata de un libro de relatos, aunque pueda ser leído como tal, sino de una novela construida a base de piezas autónomas. En palabras del cineasta, El álbum del solitario parece escrita para ser trasladada al celuloide. "Cada capítulo es un cortometraje por la cantidad de imágenes que produce", dijo. El otro presentador, Juan Manuel de Prada, destacó como uno de los aciertos de la obra la búsqueda de un mundo propio y la capacidad "casi infinita" para la captación de sentimientos y personajes, sin necesidad de caer en el realismo mágico. De Prada describió al protagonista de El álbum del solitario como un personaje que tiende a la mitificación, especialmente de las mujeres. Iniciación amorosa Castro, que compagina el periodismo con la creación literaria, se mostró de acuerdo con De Prada en lo que a realismo mágico se refiere, pero se desmarcó de cualquier parecido con García Márquez. Castro describió su novela como un intento de captar el alma de un pueblo imaginario, Baladouro, sobre el que realiza una completa descripción topográfica. El álbum del solitario es, en palabras de su autor, una obra coral donde prima la iniciación amorosa. "Personalmente tengo muchos puntos en común con la acomplejada adolescencia del narrador, que busca consuelo especialmente en las chicas con algún defecto físico (cojas, bizcas y similares), que eran las únicas que le hacían caso". Pese a las similitudes, la novela de Castro no es exactamente una autobiografía.