La oposición desacredita la apuesta del PP contra el transfuguismo político

Las iniciativas contra el transfuguismo político que contiene el nuevo reglamento del Partido Popular han sido acogidas con evidente desconfianza desde las filas de la oposición parlamentaria. Portavoces de los grupos socialista y de Esquerra Unida desacreditaron la ponencia de estatutos que los populares votarán en su próximo congreso y señalaron a Eduardo Zaplana como primer exponente estatal en materia de transfuguismo.

Andrés Perelló, portavoz del PSPV, aseguró que la condena expresa del transfuguismo político que recogen los estatutos del PP es "un ejercicio innecesario de cinismo". "Si algún partido está calificado para hablar de transfuguismo en este país es el PP, pues Zaplana inició su meteórica carrera ascendente haciendo transfuguismo", recordó Perelló. El actual presidente de la Generalitat accedió a la alcaldía de Benidorm en 1991 gracias al voto de Maruja Sánchez, elegida en las candidaturas socialistas. La moción de censura que elevó a Zaplana a la alcaldía, el primer trampolín de su carrera política, estuvo precedida de la misteriosa desaparición de Sánchez. La concejal de Benidorm contó con escolta oficial durante años y tanto su marido como su hijo reciben en la actualidad salarios públicos. Pero al margen del episodio que afecta directamente al presidente de la Generalitat, Perelló comentó: "Para nadie es nuevo que el PP intentó fagocitar a algunos de los partidos que estaban en la Cámara" durante la pasada legislatura, en alusión a Unión Valenciana. El portavoz socialista señaló a la consejera de Agricultura, María Ángels Ramón-Llin, que ocupaba la vicepresidencia de UV en la pasada legislatura, como otro sonoro caso de transfuguismo. Perelló atribuyó a problemas de conciencia la mención al transfuguismo en los estatutos del PP y concluyó que "con el presidente que tienen" los populares valencianos "todo lo que lleven a los papeles está descalificado de entrada". Lavado sin detergente Joan Ribó, portavoz de EU, bromeó sobre el "lavado de imagen sin detergente" que pretende simular el PP a través de la condena del transfuguismo en sus nuevos estatutos. Ribó se ciñó a la letra de las iniciativas que pretende introducir el PP y advirtió que carecen de eficacia real y no pasan de ser una "declaración de buenas intenciones". La fórmula que introduce el PP en sus estatutos establece que "los grupos institucionales no aceptarán en su seno a quien al tiempo de las elecciones figurase integrado en la candidatura de otra formación política". Ribó explicó que la expresión carece de contenido puesto que si un representante público decide abandonar las filas de su partido no puede ingresar en otro grupo cualquiera, sino que pasa al denominado grupo mixto. De modo que la declaración del PP se convierte, para Ribó, en "una operación de imagen". Rafael Maluenda, portavoz del PP, evitó mencionar el precedente de Maruja Sánchez y negó con vehemencia que el PP haya fomentado el transfuguismo político al incorporar a Ramón-Llin o a Rafael Ferraro, ex militantes regionalistas, en sus candidaturas autonómicas. Según Maluenda, tránsfuga fue el grupo de UV en la pasada legislatura ya que incumplió sistemáticamente el acuerdo de gobernabilidad firmado con el PP.