VICENS GIMÉNEZ Tregua electoral bajo las columnas de la Autónoma

Con el fragor del incesante tráfico de vehículos que circulan por la B-30 -entre África y Europa-, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, inauguró ayer la gran escultura del artista valenciano Andreu Alfaro en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en Bellaterra; cuatro enormes columnas de 40, 35, 30 y 25 metros de altura, que cual menhires recordarán al viajero que transita por el centro neurálgico de Cataluña. Al acto, de reminiscencias campestres, amenizado por diversas actuaciones, acudieron los rectores de las universidades del ámbito lingüístico catalán, reunidas en el Instituto Joan Lluís Vives, y una notable representación política: el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el primer secretario del PSC, Narcís Serra; el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, y el de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, entre muchos otros. Pero hubo tregua electoral. El monumento, dijo Pujol, "constituye un símbolo de la Universidad y del conjunto de Cataluña". Alfaro, más irónico, explicaba. "Les he hecho un anuncio", sin especificar de qué ni a quiénes, aunque a la vista estaba.