Yakarta decreta la ley marcial y Annan advierte de una intervención

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, aludió ayer a "nuevas medidas" del Gobierno indonesio y dijo que si no llevan a la calma "en 24 y 48 horas, la comunidad internacional deberá estudiar otros cauces" para ayudar a este país a "cumplir con sus obligaciones". Las medidas indonesias, según anunciaron el ministro australiano de Exteriores, Alexander Downer, y la agencia japonesa Kyodo, que citaba a un militar indonesio, se resumen en que el presidente Yusufi Habibie ha decretado la ley marcial en el territorio. La versión australiana, además, apunta que Yakarta está cerca de aceptar una fuerza internacional armada. La comunidad internacional se había convertido ayer en un clamor que reclamaba una decidida intervención de Naciones Unidas en Timor Oriental y criticaba la pasividad o connivencia de Yakarta con la violencia desatada en el territorio una vez que el 78,5% de los timorenses optó por la independencia.

Australia ha puesto soldados en alerta por si tiene que intervenir y ha amenazado con suspender su ayuda a Indonesia. Estados Unidos aprobó la idea australiana y dijo que la apoyará si Yakarta acepta la intervención. "La situación es insostenible", aseguró un portavoz del Departamento de Estado.

Manuel Marín, presidente en funciones de la Comisión Europea saliente, pidió el envío de cascos azules para evitar una guerra civil. Portugal, la antigua potencia colonial, ya está preparando un plan de intervención de un contingente portugués en el seno de una fuerza multinacional. "¿Por qué es Timor Oriental diferente a tantos otros lugares en los que el Consejo de Seguridad no olvidó cumplir su misión?", se preguntaba Ana Gomes, representante de Lisboa en Yakarta. Francia dice que va a trabajar para forzar a Indonesia a cumplir su compromiso, y el presidente chino, Jiang Zemin, ha recibido peticiones de los timorenses de Macao para que aliente el inmediato despliegue de cascos azules.

El Vaticano, con gran ascendiente en Timor Oriental; Japón y numerosos vecinos y aliados de Indonesia, claman contra el terror y piden una intervención.