CiU mantendrá su apoyo a Aznar hasta el final de su mandato

Convergència i Unió (CiU) no ve ninguna razón para dejar de apoyar al Gobierno de José María Aznar hasta el final de la legislatura. El PP tiene garantizado el voto de los nacionalistas a los Presupuestos Generales del Estado del 2000, pese a que la negociación no va al ritmo que desearían los catalanes y al rechazo que han obtenido algunas de sus propuestas en las filas del Gobierno. Por ejemplo, el incremento de las inversiones públicas del Estado en Cataluña hasta el 15% del total.Sin embargo, en las últimas semanas CiU ha conseguido de sus socios algunas prerrogativas como la modificación de la Ley de Extranjería y, sobre todo, la convocatoria en septiembre del Pacto de Toledo para negociar la subida de las pensiones más bajas y, especialmente, las de viudedad y las no contributivas, pese a la inicial resistencia del PP.

Además, agotar la legislatura significa que las elecciones generales no coincidirán con las autonómicas, lo que tranquiliza a la dirección de CiU.

Compromiso voluntario

Los dirigentes de la coalición nacionalista no dudaron ayer en reafirmarse en su apoyo al Ejecutivo de Aznar. El presidente del Comité de Gobierno de Unió Democrática, Josep Antoni Duran Lleida, lo vinculó a la sintonía en la acción de gobierno entre nacionalistas y populares, mientras que el secretario general de Convergència, Pere Esteve, recordó a Aznar que el respaldo de CiU es por convicción y no por afinidad ideológica. Además, Esteve le recriminó al líder del PP su insistencia en la demanda del principio de estabilidad: "Nosotros lo tenemos muy claro", declaró. Duran Lleida, en declaraciones a la emisora institucional Catalunya Informació, calificó el apoyo que brinda CiU de "compromiso voluntario" y lo supeditó a la acción de gobierno. "Queremos continuar y continuaremos [apoyando] en tanto lo que haga el Gobierno esté de acuerdo con nuestros objetivos".El dirigente democristiano indicó que este compromiso de gobernabilidad no es "porque sí, sino si coincide con nuestros planteamientos" y dejó abierta una incógnita sobre si esta actitud tendrá continuidad tras las generales del 2000. En cualquier caso, CiU ha condicionado otro pacto de legislatura al incremento del autogobierno de la Generalitat y a un nuevo sistema de financiación similar al cupo vasco.

El apoyo que CiU da al Ejecutivo central es independiente de las relaciones que los nacionalistas puedan establecer con el PP en Cataluña y de la discrepancia política que pueda aflorar en la campaña electoral de las autonómicas, según coincidieron en afirmar Esteve y Duran Lleida.

Dirigentes de ambos partidos ya han mostrado su preferencia a pactar con fuerzas nacionalistas, por ejemplo con Esquerra Republicana, en el caso de que CiU no consiga una mayoría suficiente en las elecciones autonómicas de otoño. El PP pasaría por tanto a la oposición pura y dura.