El Plan Senda regulará el turismo de interior, que genera 85.000 millones de ingresos anuales La oferta de plazas en alojamientos rurales ha crecido un 135% en la última década

El sector turístico en Andalucía empieza a caracterizarse por una efectiva diversificación de su oferta. El interés creciente de los turistas por el medio rural y el interior de la comunidad autónoma ha permitido que muchas comarcas encuentren en este sector una vía de desarrollo económico. Más que nunca, el riesgo de esta expansión es la sostenibilidad, por las propias características del terreno y porque precisamente la competitividad del segmento depende de que se sepan preservar sus valores naturales. Para ordenar este desarrollo, la Consejería de Turismo y Deportes elabora el Plan Senda, "una especie de libro blanco sobre el turismo en el espacio rural andaluz que analice el estado de la cuestión y trace las líneas y estrategias básicas de actuación". La potencialidad del turismo de interior no deja lugar a dudas. La oferta de alojamientos rurales es la que más ha crecido en Andalucía en la última década, nada menos que un 135%. En 1998 había registradas 5.470 plazas, frente a 12.865 a finales de 1997. A ello hay que unir el incremento de las plazas hoteleras en el entorno de las grandes ciudades, que de 1.863 han crecido hasta 5.757. Es decir, se han triplicado. La Consejería de Turismo y Deportes estima que los efectos económicos directos del turismo interior superaron en 1998 los 43.000 millones de pesetas. Si se consideran además los gastos indirectos, producidos por el consumo no propiamente turístico, pero inducido por esta actividad, el cálculo asciende hasta los 85.931 millones de pesetas. Uno de los objetivos de este plan es evitar la fragmentación de las estrategias de desarrollo en las distintas comarcas y municipios, por lo que persigue delimitar, de forma consensuada con los agentes sociales, unos principios básicos y una serie de planes de actuación que permitan consolidar la marca de Andalucía rural como "un producto turístico con personalidad propia". Vivencia Según la consejería de Turismo, "no se trata de vender la Andalucía rural, sino la vivencia de Andalucía rural, por lo que las acciones que se acometan no pueden caer en la contradición de estandarizar o degradar la personalidad de los recursos que se está intentando poner en valor". El primer paso es de concienciación de la sociedad sobre la necesidad de u a buena conservación, para lo que se estudia la redacción de una llamada Carta del Paisaje. El Plan Senda pretende ordenar las actividades de ocio y deportivas en las comarcas de interior, impulsar la calidad de los alojamientos y de la restauración y equiparlas de una infraestructuras y equipamientos básicos. La Ley del Turismo, aún en trámite de aprobación, ya prevé la declaración de Zonas de Preferente Uso Turístico, figura de ordenación mediante un preceptivo plan de actuación. El Plan Senda debe ser analizado por la Mesa del Turismo de Andalucía, en la que están representados administración, patronal y sindicatos, para su aprobación definitiva. El turismo de interior andaluz ya cuenta con su propio instrumento de promoción, el Centia, que ha introducido en los mercados internacionales la Red de Villas Turísticas construidas por la Junta, aunque gestionada por privados.