Cory Aquino encabeza un mitin contra la reforma constitucional

Arropado por los centenares de miles de seguidores del hermano Mike Velarde, su consejero espiritual, el presidente de Filipinas, Joseph Estrada, no logró ayer neutralizar la protesta política que paralizó Manila. La expresidenta Corazón Aquino, retirada de la vida política activa, se puso al frente, junto al cardenal Jaime Sin, de 30.000 personas en el distrito financiero de Makati, el corazón económico del país, y acusó a Estrada de favorecer el nepotismo y el regreso al poder de la gente de Marcos. La protesta fue convocada para repudiar el plan de Estrada de modificar la Constitución, promulgada en 1987, un año después de la revuelta popular que encabezaron Aquino y Sin y que significó el final de la dictadura conyugal de Imelda y Ferdinand Marcos.Estrada, que lleva 14 meses en la presidencia y cuenta con el apoyo de los partidarios de la apertura económica, propone liberalizar las inversiones y permitir el acceso de los extranjeros a la propiedad, algo constitucionalmente vetado. El presidente quiere convocar una asamblea constituyente para el año 2001. La oposición teme que Estrada intente conseguir una prórroga de su mandato, lo que no logró su predecesor, Fidel Ramos, en 1997 por la oposición de Aquino y la Iglesia católica, entre otros grupos sociales.