Medio Ambiente descarta que haya botulismo en El Fondo de Elche

"No hay peligro de botulismo" en el parque natural de El Fondo de Elche y Crevillent. El consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, anunció ayer que la peor de las plagas que puede afectar a un humedal se evitará en esta ocasión por la rápida reacción en la recogida de aves muertas por efecto de la bacteria de la salmonela que transportan las aguas del río Segura, de las que se nutren los embalses de El Fondo.

La muerte de más de 1.200 aves, según el último cálculo hecho público el sábado por Medio Ambiente, al que hay que sumar los ejemplares recogidos durante el fin de semana y ayer, fue provocada por una cepa virulenta de salmonelosis, incubada en las aguas tóxicas del río Segura, que suministra a los embalses de Poniente y Levante del parque natural. Conocida la catástrofe natural a través de las páginas de EL PAÍS, la consejería no hará públicos más datos sobre el alcance de la epidemia hasta que se estabilice. Un portavoz del gabinete de Modrego explicó que tal estrategia obedece a que el número de muertes siempre es "provisional" en estos casos, y por tanto no puede hacerse un balance hasta que los expertos consideren remitido el brote. Fernando Modrego calificó ayer la situación de "muy preocupante, por afectar a uno de los humedales más importantes de España". "El problema radica en la cantidad y la calidad de las aguas de que disponemos, que impide una intervención inmediata en estos casos", añadió. El consejero anunció que su departamento estudia la redacción de planes futuros para evitar catástrofes como la actual, que periódicamente azotan a la fauna de El Fondo. Por otra parte, la asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante, (AHSA), ha presentado ante la Generalitat alegaciones contra la modificación del trazado del tendido eléctrico de alta tensión previsto por Iberdrola entre las localidades de Elche y Granja de Rocamora. La modificación, solicitada por el Ayuntamiento de Crevillent para evitar que la línea atravesara el núcleo urbano de El Realengo, se ha establecido en el perímetro de protección del parque natural de El Fondo. Los ecologistas consideran que la instalación de la red provocará la muerte de cientos de aves por electrocución.