Información para viajes exóticos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que, cuando se viaje a países tropicales, donde las enfermedades infecciosas aún existen, deben tomarse precauciones. Salvador Rivera, jefe del Servicio de Sanidad Exterior, en Sevilla, también lo cree así: "Igual que el viajero se informa sobre rutas, hoteles, precios y billetes, debería hacerlo también sobre las precauciones necesarias para cuidar su salud". El turista inexperto cree que lo peor son las diarreas. Pero la realidad es que en estos países se adquieren enfermedades tan graves como la hepatitis, el cólera, la rabia, el tétanos o la polio. "Con pasar a informarse un mes antes de emprender el viaje es suficiente", recuerda Rivera. No siempre se ponen vacunas; a veces lo único que se facilita es información sanitaria y consejos. La prescripción siempre es individual; depende de la edad, del estado físico, de la salud de cada cual... "Tampoco existen fórmulas magistrales para evitar los contagios", recuerda Rivera. Con frecuencia ocurre que los síntomas aparecen varias semanas después de estar de vuelta. Dos son, principalmente, los problemas a evitar en estos viajes: las picaduras de mosquitos, que contagian enfermedades como la fiebre amarilla, la malaria o el dengue; y las diarreas, que, en ocasiones, pueden ser graves. En Sanidad Exterior explican los riesgos que se corren yendo a un determinado país y se informa. "Nada más", aclara Rivera. A partir de ahí la responsabilidad es de cada uno. Los efectos protectores de las vacunas son variables; los hay que duran toda la vida y, en otros casos, las vacunas deben renovarse cada año. Cuando exista la duda lo más conveniente es administrarse una dosis completa antes de viajar. Y a la vuelta, si aparecen síntomas extraños, lo mejor es acudir al médico de cabecera enseguida, darle la mayor información posible, y ponerse en tratamiento.