El empate esperado

Los contendientes salvaron la categoría, sin buscarse complicaciones. La indignación entre los futbolistas del Logroñés era manifiesta durante la semana de entrenamientos al verse en la necesidad de contestar a las preguntas de los periodistas. Manel, uno de los goleadores de la Segunda División, respondía: "A mí nadie me ha prohibido disparar a puerta". Respuesta que llevaba implícita, aparte de la obviedad, la lección bien aprendida. Tanto el Logroñés como el Leganés no hicieron ni el más mínimo intento por disputar el balón para llegar al área contraria e intentar meter el gol. Primera parte, un solo tiro a puerta. Faltas, tres, dos a favor de los locales, una de los visitantes.

El simulacro fue interrumpido por el árbitro en el minuto 40 cuando pitó un libre indirecto dentro del área del Logroñés al considerar infracción el juego del portero con el balón. Concretamente señaló pasos. Barrera de siete hombres. José Mari, delantero del Leganés, inclina el cuerpo hacia la derecha y golpea. La rosca calculada para que el cuero no salga por el banderín de esquina ni ofrezca sombra al poste izquierdo de Valero. El respetable pone los aplausos por un alivio que nunca surgió del apuro.

Bajan Barça y Mallorca

Dos equipos filiales, el Barcelona y el Mallorca, consumaron ayer su descenso a Segunda DivisiónB, categoría a la que hace algunas jornadas habían bajados ya el Ourense y el Hércules. Este último equipo, al que se relaciona con Antonio Asensio, amargó la tarde al Mallorca, cuyo accionista mayoritario es dicho empresario. El Hércules, que jugó todo el segundo tiempo con un hombre menos, ganó en Palma por 1-3. El Barcelona perdió en Las Palmas 4-1. La fiesta fue para el Éibar que se salvó del descenso al ganar en su campo al Toledo por 3-0.