La puerta del Palacio de los Deportes

Tras dos años de padecimientos por las obras que nos han privado de nuestro ya pobre entorno, de la poca tranquilidad habitual e incluso de la higiene (literalmente nos hemos comido el polvo), y cuyos últimos meses solamente se han podido sobrellevar por la esperanza de un supuestamente próximo final, estamos asistiendo con estupefacción (podría decir indignación) a un periodo que no sabemos cómo calificar. A todas luces queda claro que la obra está concluida, y sin embargo, a la empresa Ferrovial, dueña y señora del espacio público durante todo este tiempo, no se le nota detalle alguno que indique la menor intención de abandonar su terreno "ganado". ¿Estará pensando en mantener un estupendo y gratuito almacén general en nuestra plaza, con aparcamiento incluido, hasta el fin del plazo de garantía -léase un año más-? Señor concejal, no nos prometa más para el futuro, por favor, haga algo que podamos ver; somos incapaces ya de creer en algo no tangible. Creo que hemos dado muestra suficiente de lo que podemos aguantar. Si han terminado, que se vayan, que liberen la plaza y la puerta principal del Palacio de este lamentable estado. ¿Merecemos tanto? (Carta enviada al concejal del distrito dc Salamanca el pasado 23 de abril, sin obtenerse contestación alguna).-