EMILIO L. LARA ESTUDIANTE "En Jaén faltan carreras de letras"

CONCHA ARAÚJO, Jaén Emilio Luis Lara López (Jaén, 1968) es licenciado en Humanidades, becario docente e investigador en el área de Historia Antigua de la Universidad de Jaén y estudiante de 4º de Derecho en este mismo centro. Y un chico de concursos, porque acumula premios: el último lo ha conseguido con el relato Historia de un seise, un certamen convocado por la Facultad de Humanidades de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Pregunta. ¿Cual es la anécdota de la que parte el relato? Respuesta. El padre de un amigo mío era seise (niños que bailan una danza antiquísima en la catedral de Sevilla). Estaba con un amigo en la lonja de la Catedral y alguien le dijo que no se atrevía a gritar ¡Viva la República! Lo hizo y el sacristán los persiguió dando voces. P. ¿Por qué eligió como tema la II República? R. Porque es apasionante. Fue una época de eclosión, de la mejor intelectualidad y porque se escribía maravillosamente bien. P. ¿Cuando empezó a escribir? R. A los 10 años. Gané un concurso literario en mi colegio, en 5º de EGB. P. ¿Que opina de la formación literaria de los universitarios? R. En Jaén hay una carencia enorme en carreras de letras. Creo que los alumnos de letras, como media, tienen una base aceptable, les gusta leer, escriben cositas... Pero vamos hacia un mundo en que cada vez se lee menos por pereza, se considera una carga incluso en las carreras de letras. P. ¿El sistema educativo incentiva la creatividad literaria? R. No. Creo que con la ESO va a decrecer el interés por la lectura, porque se tiende a rebajar los contenidos. P. ¿La literatura es buena herramienta para dar clase? R. Yo a los pedagogos les diría que dejaran de elaborar teorías y leyeran más. La lectura da fluidez verbal, mental y de exposición. Si un profesor se agarrota ante los alumnos es porque lee lo justo. P. ¿Se presenta a concursos para demostrar algo o para ganar dinero? R. Todo va unido. Sería absurdo decir que el dinero no es un estímulo. Lo primero es la publicación de la obra, un dinerito y el reconocimiento a algo que has hecho. Cuando te presentas a un concurso es porque crees que lo que has escrito merece la pena.