Los Mossos d"Esquadra cargan contra un centenar de funcionarios de prisiones de Lleida

Los Mossos d"Esquadra cargaron ayer con contundencia contra un centenar de funcionarios del centro penitenciario Ponent de Lleida, que se manifestaron ante la sede del Gobierno de la Generalitat para protestar por la inseguridad que hay en la prisión leridana debido a la falta de personal de vigilancia, ya que desde hace dos años la Administración no ha cubierto las plazas vacantes. Los funcionarios, que después del enfrentamiento con la policía autonómica iniciaron un encierro indefinido en la catedral de Lleida, exigen negociar el conflicto con la consejera de Justicia, Núria de Gispert. Los funcionarios han radicalizado sus protestas para reclamar que se incremente la plantilla de la prisión, que tiene más de 900 internos y alrededor de 70 de ellos están recluidos en el módulo de máxima seguridad. Los sindicatos consideran que en estos momentos hacen falta entre 50 y 100 trabajadores más para poder realizar con plenas garantías las tareas de vigilancia y reinserción de los reclusos. Ante la falta de soluciones, los funcionarios se concentraron ayer ante la sede de Gobernación de Lleida. Lo que en un principio debía ser una acción pacífica estuvo a punto de derivar en una batalla campal cuando una nutrida dotación de mossos, equipados con medios antidisturbios, les impidió el paso a porrazos en el momento que intentaban acceder al edificio para entregar un comunicado al delegado de la Generalitat en Lleida, Josep Giné. Entonces se originó una lucha cuerpo a cuerpo entre agentes y funcionarios que duró varios minutos. Finalmente, una comisión pudo entrar en la sede gubernativa, pero no pudo hablar con Giné por hallarse ausente. Los sindicatos aseguran que la situación de inseguridad -el pasado lunes un funcionario fue agredido por un preso del módulo 6- es una consecuencia directa de la reducción de plantillas y la alta concentración de presos peligrosos.