Hormona del crecimiento contra el retraso fetal

El tratamiento con hormona del crecimiento es eficaz en casos de retraso en el desarrollo intrauterino. Este es el método propuesto por un estudio realizado por el área de pediatría y endocrinología del hospital universitario materno-infantil Vall d"Hebron de Barcelona, que acaba de publicar la revista Medicina Clínica.El análisis se ha hecho sobre una selección al azar de 16 niños de un grupo de 30, de madres con retrasos en el crecimiento fetal durante el embarazo. Todos ellos presentaban talla baja entre los dos y los siete años. Estos niños recibieron un tratamiento con hormona del crecimiento durante 12 meses, y se compararon con los 14 restantes del grupo, que no recibieron ningún tratamiento. En el grupo de niños tratados se constató un aumento significativamente mayor de la velocidad del crecimiento. El incremento de talla se acompañó de un aumento menos rápido de la maduración ósea, lo que indica que se produce una mejoría en el pronóstico de la talla de los niños a los que se les ha aplicado la hormona del crecimiento, y así una muy probable mejoría en la talla adulta final.

Hay otros investigadores que prefieren aplicar técnicas antes del nacimiento, que se basan en aumentar la irrigación placentaria, en el tratamiento hormonal o en la adminsitración de suplementos nutricionales a la madre, entre otras.

Estas últimas están en fase de estudio y no se recomienda ninguna de ellas de forma sistemática. Los investigadores barceloneses apuntan que siempre queda la posibilidad de administrar la hormona del crecimiento a los niños que han sufrido retraso en el desrrollo intrauterino y que no hayan dado el tradicional estirón antes de los dos años. El retraso en el crecimiento intrauterino se cifra entre el 2% y el 8% de los embarazos en los países occidentales, de los cuales entre el 10% y el 15% acostumbran a presentar en su fase adulta una talla inferior a la media.

Este trastorno se asocia a una mayor tasa de complicaciones perinatales (hipoglucemia, aspiración de meconio, hipotermia) que determinan una mayor mortalida neonatal. Estos niños tienen una mayor probabilidad de sufrir diabetes, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.