El trastorno bipolar en los escritores

El éxito de José Guimón es aunar medicina, humanismo y cultura. Al hacerse cargo del servicio psiquiátrico del cantón de Ginebra, el Journal de Géneve le saludó como "el animador-conciliador-encantador de serpientes". Lo que sorprende de este psiquiatra no es, siendo mucho, su capacidad de trabajo y su forma sencilla de expresarse, sino sus conocimientos humanos y culturales. El está metido en esta pomada desde adolescente. Y tiene una explicación que no esconde: "De haber contado con el talento natural necesario, mi profesión sería la de pintor, escultor o escritor a tiempo completo. Pero es un don con el que se nace y ese no fue mi caso. Me tengo que contentar con gozar de las creaciones de otros, lo que no es poco" Entre sus libros hay uno que gusta especialmente: Psicoanálisis y Literatura, publicado en 1993. Afronta el fascinante tema de las aportaciones del psicoanálisis a la literatura y a la cultura, incluyendo temas mitológicos como la salvación del padre y leyendas como la de San Miguel de Aralar, y analiza movimientos como el dandismo, el surrealismo y la contracultura. En varios capítulos de la obra pone en relación el psiquismo de escritores como Baroja, Lorca, Rimbaud y Wilde. Ahora, en lo que escribe para su próxima publicación, Arte y salud mental, hay un capítulo que se refiere al suicidio de algunos escritores o artistas, como el caso de Hemingway, por citar al norteamericano que está a las puertas de su centenario. Guimón explica que Hemingway padecía "una psicosis maníaco-depresiva (o trastorno bipolar, como ahora se llama) y era alcohólico, lo que frecuentemente va asociado". "Cuando se suicidó estaba en tratamiento. Varias investigaciones recientes han demostrado que el trastorno bipolar es mucho más frecuente entre artistas, sobre todo entre escritores, que en el resto de la población", añade. "Un estudio está realizado por una de las grandes psiquiatras de ahora mismo, Nancy Andreas, catedrática en Iowa, que analizó durante veinte años, en un taller de escritores, la posible tendencia de éstos a la psicosis maníaco-depresiva. Y ha demostrado, comparativamente con otros grupos, que son más propensos a esa enfermedad, y no sólo ellos sino también sus familiares. No es, por tanto, una enfermedad que se produzca por la vida airada, irregular y de bohemia que lleva el escritor. Y otro estudio ha llegado a la misma conclusión, el realizado por una escritora que padece precisamente ese trastorno bipolar, trastorno que hace, además, que se reduzca considerablemente la capacidad creativa del escritor. Eso creo que es lo que le pasó a Hemingway, añadiendo en su caso el abuso de alcohol".