Serbia amenaza con un "infierno" si la Alianza decide una invasión

ENVIADO ESPECIALTras 61 días de incesante ataque aéreo aliado y en medio de los recientes preparativos para una posible invasión de Yugoslavia, el Gobierno de Belgrado está lanzando cada vez más estridentes advertencias de que una ofensiva terrestre sería un estrepitoso y sangriento fracaso. "El avance de tropas agresoras de la OTAN será todo menos un paseo. Será un infierno", ha amenazado Goran Matic, ministro sin cartera del Gobierno federal yugoslavo y una de las figuras políticas más próximas al presidente Slobodan Milosevic.

Matic, figura prominente del Partido Izquierda Unida (JUL) que preside Marija Markovic, la esposa del presidente Milosevic ha adveretido en una entrevista con EL PAÍS que, en caso de una ofensiva terrestre de la OTAN, "Clinton se va a encontrar en un dilema: como traer de regreso a tantos muertos".

Matic hablaba en una sala mal iluminada de un hotel céntrico de Belgrado. Desde los intensos bombardeos aliados del viernes, la capital yugoslava y otras 15 ciudades ya no tienen electricidad.

Primero fueron las bombas de grafito, luego llovieron proyectiles convencionales. En total casi un millar de misiles en 72 horas. Las factorías eléctricas de Serbia están paralizadas. El castigo de la OTAN se concentra ahora sobre los servicios públicos. Pero los serbios no están en condiciones de definir cuáles son los objetivos militares dañados (los cuarteles, las baterías antiáereas, los hospitales para los soldados heridos...).

Los no combatientes deben resignarse. Como Mirko Vlajovic, un veterano de la II Guerra Mundial, a subir los ocho pisos de su edificio, sin ascensor, cargado con la escasa comida que se puede conseguir en Belgrado. En las bolsas que más pesan lleva fresas. Incluso en la guerra hay primavera.