Jiménez muestra su madurez en una peliaguda primera etapa

Llovía, granizaba, hacía frío. El recorrido era el típico de las clásicas del norte, toboganes, montañas rusas. La etapa había salido lanzada desde el principio. El ONCE de Laurent Jalabert, el líder, agarró el toro por los cuernos y no dejó respirar a nadie. Era pues el de esta primera etapa de la Vuelta a Romandía el escenario ideal para que José María Jiménez, el alegre escalador de El Barraco, buscara resguardarse en la dificultad del trazado, en el frío y en la lluvia para, discretamente, salir de escena y dejar el protagonismo a los habituados del norte, suizos e italianos. Pero, sorprendentemente, no lo hizo. En un gesto de madurez deportiva que alienta más aún las esperanzas de quienes consideran que será uno de los actores principales en el próximo Giro, El Chava estuvo todo el tiempo en los primeros puestos, El Chava se metió en el corte bueno junto a Savoldelli, Missaglia (nuevo líder), Belli y otros tantos, un grupo que hizo que Jalabert perdiera el control de la etapa y el liderato. El del Banesto terminó cuarto, en el mismo tiempo que el ganador, Figueras, y es séptimo en la general, a 27s de Missaglia.Andrea Ferrigato (Ballan), por su parte, es el nuevo líder de los Cuatro Días de Dunkerque tras imponerse en la segunda etapa.