Tranquilidad en las 'charters'

Las compañías charters están tranquilas con vistas al próximo verano. "No vemos mayor problema para operar salvo sufrir de refilón el problema de Barajas, si es que para entonces no está arreglado", dice el portavoz de Air Europa, una de las principales compañías charters, es decir, aquellas que transportan pasajeros que han adquirido un paquete turístico -avión y hotel- en una agencia de viajes.Air Europa, que el año pasado facturó 82.806 millones de pesetas y transportó casi cinco millones de pasajeros, según los datos de la Asociación Española de Compañías Aéreas (Aeca), espera trasladar en la temporada de verano (de abril a octubre) 3,5 millones de personas sin mayores trabas. "Los aeropuertos turísticos", dice el portavoz, "están funcionando bien y en Barajas los charters tienen unos slots (permisos horarios) fuera de las horas punta, con lo que la operativa es más fácil".

El charter vive fundamentalmente de los turistas extranjeros que quieren sol y playa y ni siquiera pasan por Madrid. El aeropuerto de Palma, por ejemplo, tiene muchas más conexiones diarias con Alemania que con la Península. Este aeropuerto es el más importante del mundo en cuanto a tráfico de aeronaves charters y recibe en días punta hasta 130.000 pasajeros, por encima de Barajas. Pero su director, Pedro Meaurio, casi rebosa optimismo. Tiene unas instalaciones prácticamente nuevas y confiesa que han aprendido "a que el caos funcione". Dice incluso que en Palma no faltan controladores. "Creo que lo tenemos resuelto".

Para Felipe Navío, presidente de Aeca, el de los controladores, sin embargo, es el problema fundamental del sector. "Como no se resuelva el conflicto", dice, "tendremos dificultades". Navío es más pesimista que las compañías que pertenecen a la asociación y que el año pasado facturaron, en conjunto, más de 240.000 millones de pesetas y transportaron 15,8 millones de pasajeros.

Pero Navío tampoco ve preocupante la temporada de verano. "Las 100 aeronaves de las compañías de Aeca", dice, "van a ir a tope".

Ricardo Roda, director comercial de Spanair -74.000 millones de ventas y cinco millones de pasajeros en 1998-, se muestra preocupado por los efectos de la guerra en Yugoslavia en el tráfico. "Pero no prevemos una situación dramática", dice.