Maradona lamenta que no pueda dejar su adicción a las drogas

Diego Armando Maradona no consigue dejar las drogas. Lo lamenta, pero no puede controlar una adicción que le hace sentir "como si estuviera eligiendo la muerte". "Yo lo quiero cortar, te juro que lo quiero cortar", declaró en una entrevista publicada ayer por el semanario Rolling Stone, "pero no hay ninguna pastilla, ninguna inyección, que cure esta enfermedad increíble". "No quiero morir, no quiero morir para nada", insistió Maradona, de 38 años y que dejó el fútbol hace dos, "pero tampoco sé cuándo podré abandonar la drogradicción. Ni siquiera sé si antes me llegará la muerte".

Maradona anunció igualmente que ha decidido terminar sus estudios secundarios. "Es una cuenta pendiente", se justificó, "y, además, en esta sociedad de mierda se necesita un título para ser creíble". El ex futbolista, sancionado dos veces por la FIFA por dopaje en 1991 y 1994, añadió que es "un típico argentino que lucha y no se calla nada".

"No me molesta hablar de temas sociales porque mi hermana Elsa, que trabaja, que lucha, se muere de hambre si no recibe ayuda mía", señaló. "Si he logrado ser un mito viviente yo no me lo propuse; soy un ser humano cualquiera y los argentinos saben que Diego no les metió la mano en el plato de comida".