Bravos novillos de Marca

El cuarto de la tarde, Veterano de nombre, negro mulato, marcado con el número 15 y con 504 kilos de peso, fue la guinda de la brava y noble novillada de Marca. ¡Qué manera de embestir!, viniéndose de lejos y con noble alegría a la muleta, repitiendo las embestidas incansables. A petición del público, el presidente, Antonio Carrafa, sacó el pañuelo azul, ordenando que se le diese la vuelta al ruedo, e instantes después, el mayoral también tuvo que recorrer el anillo. Pero no fue sólo Veterano el que embistió. Lo hicieron también sus cinco hermanos, unos más y otros menos. El primero, con geniecillo y la cara alta, pero repitiendo. El segundo esperó en banderillas, pero, aunque algo tardo, fue bueno en la muleta. El encastado tercero quedó algo mermado por una vuelta de campana. El quinto, noble también, pero acusó el que más la falta de fuerza, y el sexto corneó el peto, pero tuvo un inicial gran tranco en la muleta, que tomó encastado, pero acabó corto de arrancada porque su matador estuvo en exceso encimista.

La terna ofreció momentos interesantes. Lo mejor corrió a cargo del francés Juan Bautista, en una hermosa faena a su primero, en la que destacaron, en los medios, dos espléndidas series al natural, templadas, ligadas y mandonas. En el quinto hizo lo que debía, mostrándose cuajado y con oficio.

Antonio Barrera, a pesar de su voluntad y valor estuvo borroso en su primero, ante la indiferencia del público. Le hizo una sólida faena, con arrojo y entrega, a Veterano, con el que era muy fácil quedar en evidencia. Tuvo la honradez de lucir al novillo, de que se viniese a la muleta de lejos, y lo toreó con quietud y gran decisión.

El Fandi es otro diestro valeroso que, además, banderillea con espectacularidad. En su primero, el temple fue intermitente y mató, al segundo envite, con un arrojo desmedido. Al sexto le propinó excelentes muletazos. Perdió un posible trofeo por no acertar con el estoque hasta el tercer intento.