¿Causas técnicas o causas operativas?

Los usuarios habituales de los aeropuertos están acostumbrados a escuchar por los altavoces de las salas de embarque -y últimamente más que nunca- que sus vuelos se han retrasado. Las explicaciones siempre son las mismas: causas técnicas o causas operativas. ¿Y qué se esconde detrás de esta jerga? Según el manual que manejan las compañías para denominar técnicamente estos retrasos, llamado Código de Regularidad, existen hasta 100 causas distintas. La más frecuente es la que se esconde bajo las siglas ATC -en inglés, congestión del tráfico aéreo-. Según el manual, se produce ATC cuando existen "restricciones de tráfico o conflictos laborales". Los responsables traducen esta jerga aeronáutica a los pasajeros a través de los altavoces como "causas operativas".

En cambio, las causas técnicas tienen otro origen. Cuando un pasajero escuche esto debe saber que las autoridades aeroportuarias o la compañía aérea le están indicando que el avión o cualquiera de las máquinas que intervienen en el proceso -camiones, palas cargadoras, rádares...- se ha averiado.

En Barajas las causas operativas son mayoría frente a las técnicas. Fuentes de Iberia reconocen que "el ATC es la principal causa de congestión". ¿Y por qué se congestiona? Según AENA, el espacio aéreo español y el europeo soportan actualmente más tráfico del que pueden absorber.

Sólo una modificación de lo que se conoce técnicamente como "sistema general" -espacio aéreo, colectivo de controladores, compañías...- puede solucionar el colapso de los aeródromos. Los usuarios de Barajas y El Prat lo piden desde los sillones de las salas de embarque.