Siembra aérea de pinos en la sierra de Castelltallat, devastada en 1998

La Diputación de Barcelona realizó ayer una siembra aérea sobre la sierra de Castelltallat (Bages), una zona que quedó totalmente devastada por el voraz incendio que se desencadenó el 18 de julio del año pasado. Aquellos fuegos calcinaron 26.000 hectáreas entre las comarcas de Bages, Solsonès, Anoia y Segarra y se perdieron los bosques más importantes de Cataluña de pinassa (pinus nigra). Es ésta una especie que no se regenera de manera autónoma después de un incendio forestal, por lo que precisa de una siembra específica. Con la experiencia positiva de la siembra aérea que la Diputación de Barcelona hizo hace años en el parque natural del Garraf después del incendio que azotó esta zona, los técnicos del ente provincial repitieron ayer el modelo en el Bages, en una zona declarada de interés precisamente por la presencia de pinassa. En el caso de esta especie, no se había probado nunca la regeneración con una siembra aérea, por lo que ayer se hizo una primera actuación de modo experimental. La lluvia de semillas sobre la sierra de Castelltallet se centró en una zona de 100 hectáreas donde se vaciaron 50 kilos de semillas, la que supone unas 25.000 por hectárea. La siembra tiene un coste de casi tres millones de pesetas.