Los masa forestal ha crecido en 260.000 hectáreas en una década

Los bosques andaluces están sanos y en constante crecimiento. Así lo avala el informe anual de la Consejería de Medio Ambiente que ayer presentó en Cádiz su titular, José Luis Blanco. La ausencia de lluvia ácida en Andalucía, la abundancia de lluvias en los últimos años y la política seguida desde la administración medioambiental andaluza son las claves que explican que más del 80% de la masa arbórea goce de buena salud y que se haya generado un crecimiento de 260.000 hectáreas de masa forestal en una década. El balance resulta notable si se compara con el retroceso que experimentaron los bosques andaluces durante el periodo de fuerte sequía a mitad de la década. A lo largo de toda Andalucía se extienden hoy 4,6 millones de hectáreas forestales, de las que 1,3 millones están pobladas por encinas o alcornoques. La superficie de pinos ocupa, al menos, otro millón de hectáreas y los eucaliptos unas 269.000. Blanco explicó ayer que la Junta se opuso el jueves al documento de Estrategia Forestal propuesto por el Ministerio porque entiende que "invade" las competencias de las comunidades y municipios en esta materia, a la vez que por una cuestión conceptual: "El documento entiende el bosque en términos de producción, como negocio". Para Blanco, el medio natural no puede considerarse en términos exclusivos de negocio. "Se olvidan otras funciones como son las de evitar la erosión, la formación del suelo, la regulación hídrica y evitar las inundaciones, el sostén de la biodiversidad y el bosque como factor de educación medioambiental y de ocio". El documento, según la Junta, olvida los riesgos de incendio y de plagas, que son los factores que más influyen en la conservación de los bosques mediterráneos. El consejero señaló "otras curiosidades" de la propuesta ministerial como "la calificación de factores no naturales los espacios naturales protegidos y las vías pecuarias", lo que su juicio demuestra "una extraña filosofía sobre el bosque".