Elecciones sin escándalos

Cinco años después de la destitución fulminante de la presidente de la Cruz Roja, Carmen Mestre, a causa de la penosa gestión financiera, la entidad se dispone a elegir a su cúpula directiva una vez recorrido el camino de la transición desde el tutelaje gubernamental hacia la autonomía propia de una ONG. Y lo hace con el aval de los 12.000 millones de pesetas recaudados para el huracán Mitch, lo que supone que, si alguna vez hubo descrédito, éste ha desaparecido.El presidente, Juan Manuel Suárez del Toro, un canario que empezó como voluntario en Cruz Roja Juventud, llegó a la presidencia con ánimo de regresar pronto a casa. Se presenta, sin embargo, a la reelección.

El próximo viernes comienza la asamblea general, que, una vez aprobados los nuevos estatutos, es la que elegirá a la cúpula directiva en un rasgo de su recién adquirida autonomía. Hasta la fecha, al presidente lo designaba el Gobierno. Suárez del Toro fue nombrado por la entonces ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, igual que gobiernos anteriores eligieron a Carmen Mestre o a Enrique de la Mata.

Suárez del Toro, que cuenta con 270 avales de los 355 componentes de la asamblea general, se muestra satisfecho de los cambios vividos, aunque confiesa que la respuesta del Mitch le pilló absolutamente desprevenido.