El presidente aduce una "cacería del PSOE" para rechazar que se investigue a Piqué

José María Aznar sigue creyendo "conveniente", así como "prudente, razonable y sensato", el compromiso que él mismo formuló, en declaraciones públicas y en el programa electoral de 1996, en el sentido de que la constitución de comisiones de investigación en el Congreso de los Diputados no debía depender "exclusivamente" de la voluntad de la mayoría parlamentaria. Acto seguido, el jefe del Ejecutivo rechazó de nuevo, con la mayoría que le dan los 156 diputados del PP, la creación de una comisión de investigación para aclarar las denuncias sobre irregularidades en la gestión de Josep Piqué al frente del Ministerio de Industria porque el ministro ya ha ofrecido "información exhaustiva" en la Cámara.En respuesta a una pregunta del portavoz socialista, Luis Martínez Noval, Aznar replicó impasible que seguía considerando esa posición coherente y acorde a lo que se establecerá en el futuro reglamento de las Cortes, ahora en vía de reforma. Una contestación que provocó la hilaridad en los bancos socialistas.

"Sin trampa ni puchero"

Aznar utilizó su contrarréplica para atacar al PSOE. Primero al diferenciarse de "un ilustre dirigente socialista", en alusión al fallecido alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, Aznar dijo que él "piensa que los programas electorales están para cumplirlos" y que el desarrollo del suyo va "razonablemente". Sobre el objetivo final de control al Ejecutivo aseguró que esta legislatura no admite comparación con el pasado y culpó al PSOE de no querer saber la verdad sino de poner en marcha "una cacería, a ver si se cobran la cabeza de un ministro". Ofreció a los socialistas que participen en la subcomisión de análisis de las ayudas y se enteren de los datos que allí se ofrezcan "sin trampa ni cartón ni puchero", en referencia al supuesto fraude en las primarias de Jaén. Más información en la página 63