El descubrimiento de una fosa común enturbia la precampaña en Argelia

El descubrimiento de una nueva fosa común en el pueblo de Uled Allel, en la región de Mitiya (al suroeste de Argel), ha vuelto a recordar de manera trágica el desafío al que se enfrentan los argelinos en las elecciones presidenciales, previstas para el 15 de abril próximo: la liquidación definitiva de la violencia terrorista y la apertura de una etapa política democrática.Según el diario de la capital Al Jabar, el cementerio clandestino encontrado a unos 20 kilómetros de Argel contiene al menos una cuarentena de víctimas de los islamistas armados, que sometieron la región de la Mitiya a sangre y fuego entre 1995 y 1997.

A pesar de las intensas operaciones antiterroristas de las fuerzas de seguridad en todo el país, la violencia sigue. Cinco presuntos islamistas armados fueron abatidos el viernes en Ngaus, cerca de Batna, a 400 kilómetros al sureste de Argel. Y en Buira, a 120 kilometros de la capital, la población se ha visto sorprendida por las amenazas contenidas en unas octavillas firmadas por Hassan Hatab, jefe del Grupo Salafista de la Predicación y el Combate (GSPC), y distribuidas en pleno centro de la ciudad.