Sociedades forzadas

Las sociedades estatales de aguas, en cuyo consejo de administración quieren un puesto las autonomías gobernadas por el PSOE fueron creadas para compensar la fuerte reducción del gasto público en obras hidráulicas (abastecimientos, saneamiento, depuración...) El secretario de Estado de Aguas y Costas, Benigno Blanco, ha confesado que la idea original fue crear sociedades privadas a las que el Estado aportaría dinero. Pero el celo de Hacienda y la posibilidad de captar directamente fondos europeos volvió la idea del revés. Sus acciones pertenecen al patrimonio del Estado y hasta ahora se han constituido la Sociedad Estatal de Aguas del Ebro, con una aportación estatal de 42.829 millones de pesetas; la del Júcar con 15.400; la del Sur con 19.200 y la del Guadiana con 11.600 millones.Con este presupuesto de partida, fondos europeos y un 15% de aportaciones privadas, Blanco confía en que Aguas del Ebro promueva obras por 101.764 millones de pesetas; el Júcar por 35.556 millones; Aguas del Sur, 72.027 e Hidroguadiana, 42.887. Este año se constituirán las sociedades del Segura, Guadalquivir y Duero.