Adictos a "El Mesías"

Ni ellos lucían fracs ni ellas vestidos largos. Apenas se les distinguía, deambulando por el foyer del Palau de la Música Catalana, del resto del público, sólo la partitura bajo el brazo les delataba. El Mesías, de Händel, rezaba el título de la portada. Y ellos, los adictos a El Mesías, no lo ocultaban. Orgullosos y con ese punto necesario de nervios del quien va a cantar en el Palau, enfilaban seguros el camino de platea y anfiteatro desde el que iban a cantar. Este año, el tercero, la Fundación La Caixa había reclutado a 249 cantantes aficionados -el 60% reincidentes- de entre 11 y 78 años procedentes de toda Cataluña, para, tras 60 horas de ensayos, interpretar el más célebre de los oratorios de Händel bajo las órdenes del británico Paul McCreesh y junto a las corales Lieder Camera, Madrigal, Polifònica de Vilafranca y Cor Ciutat de Tarragona, que hoy volveran a repetir. Hubo carraspeos antes de empezar, y en los segundos previos al célebre Hallelujah! del final de la segunda parte, pero la veteranía de los que ya lo habían cantado en años anteriores dio confianza al conjunto, que, sin titubeos y con la seguridad que da lo que ya se puede calificar como una cita tradicional, ofreció una notables versión de la obra. Tras tres horas de Mesías, el público, rodeado de cantantes excepto por detrás, premió con una larga ovación el esfuerzo y dedicación de los cantantes aficionados. Incluso el director, al acabar la obra, les dedicó palabras de elogio desde el escenario y les invitó a ellos y a todo el público a entonar de nuevo el Hallelujah! haciendo así la excepción de ofrecer un bis, "por primera vez en mi carrera", dijo, tras finalizar un concierto.