Un historia contada por varios personajes gana el concurso de relatos de mujeres de Bilbao

Cristina Sánchez-Andrade Potter, una joven de 30 años nacida en Santiago de Compostela y residente en Madrid, ganó ayer con Las largartijas huelen a hierba el primer premio en castellano del concurso de relatos de mujeres que organiza por quinto año consecutivo el Ayuntamiento de Bilbao. Laida Martínez Navarro, de Bilbao, fue la vencedora en euskera con Gizon tristea. Ambos galardones, que entregó ayer la escritora Ana María Moix, están dotados con un total de 150.000 pesetas. A esta edición se presentaron 205 originales, de los que sólo siete estaban escritos en euskera. Este año, por primera vez, se recibieron relatos de Francia, Alemania, Argentina, Italia y Estados Unidos. El accésit para una autora bilbaína, dotado con 50.000 pesetas, recayó en Ana Isabel Díez Varela por Septiembre, y el accésit de libre designación, de igual cuantía, fue para Mercedes Cebrián Coello por Omnívoros. Durante el acto de entrega de los premios, en la biblioteca de Bidebarrieta, Ana María Moix resaltó la importancia del relato como género literario y habló de las mujeres en la literatura y de la repercusión de su trabajo. "La igualdad en la literatura se habrá establecido en el momento en que la mujer pueda publicar tantos bodrios como se publican de hombres", afirmó la escritora durante la rueda de prensa de presentación de las premiadas sobre la conveniencia de que haya concursos sólo para mujeres. La ganadora en castellano, Cristina Sánchez-Andrade, licenciada en Derecho y Periodismo, dijo a este periódico que siente "una satisfacción muy grande" al haber obtenido el premio, que considera como un reconocimiento a su trabajo. De su relato, destacaría la técnica. "Es más elaborado que otros. Se trata de un mismo hecho contado desde diferentes puntos de vista. Y luego el lector que llegue a su propia conclusión", explicó Sánchez-Andrade, quien acaba de terminar su primera novela, titulada como el relato, Las lagartijas huelen a hierba. "El embrión de las dos cosas fue el mismo, aunque ambas historias no tienen nada que ver", comenta. La novela tiene unas 150 páginas y su autora aún está dándole los últimos toques antes de decidir si la mueve por concursos o por editoriales para su publicación. La ganadora trabaja actualmente en el departamento cultural de la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid.