París y Bonn se descubren

Potsdam se dispone a acoger la septuagésima primera cumbre francoalemana. (...) Francia ha hablado de una potencia europea, mientras Alemania ha propugnado una Europa más democrática. Chirac y Schröder han planteado los problemas ligados a la ampliación y a la necesidad de reformar las instituciones de la Unión Europea. Ambos han hablado de la gestión de las crisis y de la dificultad que tienen los europeos para definir su propio papel al lado del de EE UU (...)

París se cuestiona seriamente pagar más o aceptar una disminución de ayudas para sus agricultores. Según una propuesta alemana, evidentemente rechazada por los franceses, la cuarta parte de las ayudas directas al campo podría quedar a cargo de cada país, y no de Bruselas. (...) Por otra parte, la decisión alemana de abandonar progresivamente la energía nuclear vuelve a plantear el debate en el seno de la mayoría francesa. (. . .) La reestructuración de la aeronáutica europea tras la amenaza de acuerdo entre la alemana Dasa y British Aerospace, lo que dejaría en la cuneta a Aerospatiale si no es privatizada, es uno más entre los capítulos espinosos. Otro tanto se puede decir de la decisión de las bolsas de Londres y de Francfort de crear una plataforma común. (...) Los franceses (...) han visto con satisfacción la prudencia del nuevo equipo a este respecto. (...) El discurso vigente en Bonn sobre la dimensión social de Europa o sobre la necesidad de coordinar las políticas económicas de la zona del euro no puede sino encontrar una favorable acogida en París.

4 de diciembre